Su normativa no se rige por la misma que el transporte de otro tipo de mercancías

El transporte de mercancías perecederas y el transporte de medicamentos son dos de los más exigentes que hay, porque ambos pueden suponer un riesgo para la salud.

Los medicamentos son unas de las mercancías más especiales y delicadas que se pueden transportar. Por ese motivo, las normativas europeas tienen una reglamentación muy estricta y compleja al respecto para aquellas empresas que se dedican a ello. Es necesario cumplir con unos pasos y requisitos muy concretos para obtener los permisos que nos autoricen al transporte de medicamentos.

La cadena de distribución de los medicamentos, desde que salen de los laboratorios hasta que llegan a las farmacias, es uno de los procesos más vigilados y controlados que hay en el mundo de la logística y el transporte. En todo momento se deben garantizar unas condiciones perfectas de mantenimiento, temperatura y seguridad.

¿Qué necesita mi furgoneta para transportar medicamentos?

No todos los medicamentos tienen los mismos estándares, y dependiendo del que queramos transportar, el proceso de conversión variará.

La normativa de transporte de medicamentos no se rige por la misma normativa que el transporte de otro tipo de mercancías. Eso quiere decir que los vehículos isotermos y refrigerados con certificación ATP no tienen por qué ser aptos para el transporte de medicinas. En todos los casos, se recomienda cumplir con la guía de buenas prácticas que fijó la Comisión Europea en noviembre de 2013.

En esta guía se recoge que es el distribuidor el encargado de velar por la seguridad y garantizar que las condiciones ideales se mantengan durante todo el proceso. Independientemente del tipo de vehículo empleado en el transporte, debe ser posible demostrar que los medicamentos no han sido expuestos a condiciones que puedan poner en peligro su calidad e integridad.

Limpieza y estiba

La limpieza y la estiba son puntos esenciales en la guía de buenas prácticas. Los vehículos de transporte de mercancías deben poder asegurar la carga para que esta no se mueva y dañe durante los recorridos. Así mismo, estos deben estar acondicionados mediante materiales especiales que permitan aplicar una limpieza rápida y sencilla a la vez que higiénica.

Temperatura

Todos los detalles son importantes, pero sin lugar a dudas, lo más importante es la temperatura. La temperatura más habitual para el transporte de medicamentos se sitúa entre los 2 y los 8 ºC. Sin embargo, hay casos más particulares que exigen temperaturas extremas, como los -190 ºC del nitrógeno líquido o los -70 ºC de la nieve carbónica. En estos dos casos, los vehículos de transporte deben llevar toda la instalación necesaria para mantener dichas temperaturas.

Para los desplazamientos de larga distancia se emplean camiones frigoríficos de alta capacidad que permiten la instalación de las máquinas especiales necesarias para garantizar las condiciones ideales anteriormente expuestas. Es en último término, en los desplazamientos de última milla, donde el transporte se encarga a vehículos isotermos más pequeños como furgonetas o LCV.

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